En días fríos lo normal es cocinar algo caliente; siendo las sopas, ese alimento capaz de estabilizar un poco los días de fuerte viento. Destacando entre ellas, la sopa de ajo castellana; idónea si buscas calentarte un poquito.
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Al mal tiempo, sopa de ajo castellana
Al mal tiempo, sopa de ajo castellana

¿Cuál es la historia de esta sopa?

Aún hasta la fecha no se sabe con exactitud el año en el cual se creó esta sopa; pero, la buena noticia es que sí se ha confirmado dónde y por qué se llegó a elaborar este platillo.

De hecho, se dice que nació en España, específicamente en las regiones de Castilla y León. Debido a la necesidad; pues debido a la escasez de alimentos, el ambiente donde se originó era muy humilde. Siendo la respuesta a las plegarias de una familia que se las ingenió para preparar una sopa juntando pan sobrante, pimentón, agua, un huevo ?que se cocía por lo caliente de la sopa?, ajo y sal; y casi sin querer, por el ingenio del pueblo llegó a ocurrir un hito culinario que se consumiría hasta el día de hoy.

Es desde ese momento, que comenzó a consumirse mucho, así como expandirse por toda España, donde se desayunaba y pocas horas después se tomaban un ejemplar de esta sopa para mantener las fuerzas.

Actualmente se consume mucho en semana santa, debido que no posee carne y puede ser fácilmente preparado en dicha tradición.

Características y variantes

Consta de una sopa a base de pan, pimentón, huevo, ajo y sal; de la cual emana un olor característico que se puede oler a distancia. Siendo este olor, principalmente, el que se percibe en tiempos de cuaresma en ciertas regiones de España.

De este platillo no existen muchas variantes, ya que la sopa castellana siempre mantiene sus ingredientes tradicionales; aunque puede que se acompañe con algo adicional, siendo común que muchas personas lo coman con huesos de vaca, caldos de carne, jamón, coliflor, laurel y comino.