En los inicios del siglo XX, en España se apreciaba mucho el chanquete, especialmente en el litoral malagueño, donde se preparaba con ajo, aceite y guindillas, o sino simplemente frito o en tortillas.
Pero durante los años setenta el consumo de chanquetes amenazó su existencia, estaba a punto de extinción, de esa manera la Junta de Andalucía hizo prohibida su pesca en 1988 hasta hoy y fue prohibida también la comercialización.
Pero eso no paralizó la pesca, especialmente en las costas malacitanas los chanquetes eran atrapados en redes muy finas junto con alevines de sardina, de besugo y de muchas otras especies, porque en la pesca de chanquetes estos se confunden con larvas y crías de otros peces. Lo cual trae como consecuencia la captura de otras en fase inmadura.
Debido al calentamiento global, las temperaturas durante el invierno del agua en Mallorca se han incrementado uno o dos grados, a eso se le atribuye la disminución en la pesca del chanquete.
La situación ha sido solventada gracias a los chinos, que trajeron al mercado unos peces de agua dulce muy semejantes a los chanquetes, los Salanx acuticeps, conocidos como platino oriental y son producidos masivamente en el margen sur del rio Yangtsé.
Se les conoce como chanquetes chinos, tienen un cuerpo alargado y comprimido sin escamas, su coloración es blanca nacarada y se pueden adquirir fácilmente en los supermercados en la sección de congelados. Se venden muy bien en los restaurantes, aunque los clientes sepan que no son chanquetes de los buenos.