¿Cuál es la historia de este platillo?
Para entender la gran historia del jamón serrano tenemos que devolvernos muchos años atrás; y dejando en claro que el jamón serrano además de ser un ícono de la gastronomía española, también forma parte de la historia y cultura de España.
Incluso, para los antiguos celtas, el cerdo era una de las bases de su alimentación; estando en primera fila de su mercancía, donde vendían, entre otras cosas, esculturas de cerdos.
Al ver esto, los romanos quedaron maravillados y decidieron adaptarse un poco a esta cultura, comenzado a entrar en la simbología e historia porcina. Pues implementaron la cocción del jamón de cerdo para la clase social alta, para quienes cocineros de primer nivel, cocinaban embutidos llamados «vicarius supra cenas».
Incluso, el cerdo y la carne eran tan imprescindibles en esa época, que llegaron a crearse monedas romanas con forma de una punta de jamón; llevando este deseo por la carne de cerdo hasta la edad media y la moderna, donde se fueron inventando, con el paso del tiempo, nuevas formas de cocinar el cerdo.
Eventualmente llegaría a España, en donde se le consideró una gran fuente de alimento; no siendo hasta el siglo XIX, que el jamón serrano haría su aparición, convirtiéndose en uno de los alimentos más antiguos y deseados que tiene España.
Características del platillo
Este manjar se obtiene de la salazón y secado al aire de las patas del cerdo.
En España se suele acompañar con pan, tomate y alguna bebida fresca como el vino.
Pero, aparte de ser muy bueno en sabor, es rico en vitaminas; ayuda a mejorar el estado de ánimo, a bajar el estrés; y contiene una gran cantidad de minerales.