La cocina gallega se remonta a la época de los romanos y aún hoy en día se puede saborear gracias a que los gallegos son muy apegados a su tradición.
Hay dos elementos que han tenido una gran influencia en la gastronomía gallega y ha sido para enriquecerla: La conquista de América, que permitió la entrada de nuevos ingredientes que se incorporaron a la gastronomía gallega, como el maíz, las papas y el pimiento; y la Revolución Industrial, que marcó un antes y un después en el sector de la pesca.
En la cocina gallega los principales protagonistas son los productos del mar y de la tierra. Sin olvidar que también la carne juega un papel muy importante, basta recordar un delicioso platillo “el lacón con grelos”, que se remonta al siglo XVI, y actualmente es muy apreciado durante los días fríos de invierno.
El lacón son las patas delanteras del cerdo, una fuente de energía y calor, y los grelos son los tallos tiernos de nabos. En los platos gallegos nunca falta la presencia de las verduras, este platillo es acompañado de garbanzos, papas y chorizos, una delicia al paladar.
Otro platillo de lujo gastronómico gallego es el percebe, un marisco que crece adherido a las rocas, su carne es una de la más apreciada de todos los mariscos gracias a su intenso sabor a mar.
Entre los platos tradicionales gallegos, no puede faltar la mariscada, elaborado a base de mariscos variados: ostras, almejas, percebes, cangrejos y cigalas. Este platillo se acostumbra prepara en otoño debido a que en este período los mariscos alcanzan su punto óptimo nutricional.