Los Níscalos, también conocidos como rebollones, crecen en otoño en bosques de pinos. Para prepararlos, se lavan con cuidado, se saltean en aceite con ajo, perejil, tomillo y un toque de vino blanco. Listos para disfrutar en una deliciosa combinación de sabores.
Los níscalos salteados son una delicia que se prepara con cuidado lavándolos uno por uno, luego se saltean con ajo, perejil y tomillo para realzar su sabor.
Acompañados de una reducción de vino blanco, los níscalos se convierten en un plato delicioso y aromático que se sirve caliente.
Una mezcla de sabores que deleitará a todos los comensales en la mesa.
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Níscalos salteados
Ingredientes
500 gramos de Níscalos
2 Dientes de ajo
3 Ramas de perejil
1 Rama de tomillo
100 mililitros de Vino blanco seco
1 cuchara de Aceite de oliva
1 pizca de Sal
1 pizca de Pimienta
Preparación
Paso 1 : Para preparar los níscalos, se deben lavar cuidadosamente una por una bajo agua fría y luego secarlas con papel de cocina.
Paso 2 : En una sartén caliente con aceite, se añaden los níscalos enteros y se saltean durante 5 minutos, sazonándolos con sal y pimienta al gusto.
Paso 3 : Por otro lado, se trituran los ajos, el perejil, el tomillo y una pizca de sal.
Paso 4 : Esta mezcla se agrega a la sartén con los níscalos y se saltean por un minuto adicional, procurando evitar que se queme para no adquirir un sabor amargo.
Paso 5 : Se incorpora el vino blanco y se deja reducir el alcohol antes de retirar del fuego.
Paso 6 : Por último, se sirven los níscalos en una fuente y se vierte la salsa caliente por encima para servir de inmediato.
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